A pesar de la época del año
un tanto fría (Noviembre), disfrutamos la buena comida de Holanda y Alsacia.
En
Amsterdam todo salió bien, empezando por el excelente Hotel Okura. La primera
cena fue en The French Café (Gerard Doustraat 98, 1072 VX Amsterdam) en donde
luego de una copa de Cremant (espumante francés sin denominación de origen
Champagne), probamos el menú fijo de 3 platos que incluía un excelente Fois
Gras, Paloma (Chasse Francaise, como lo demostró el perdigón que casi me rompe
una muela), Venado (en temporada), y excelente postres. El servicio estuvo
perfecto. Muy recomendable.
Lo más rescatable del
viaje fue el restaurante Ron Blaaw (Sophialaan 55, 1075 BP Amsterdam) que tiene
2 estrellas de Michelin. Fue una fiesta gastronómica interminable, con platos experimentales
al estilo de El Bulli. El menú de 7 platos (con vinos excelentemente bien
escogidos), incluía las siguientes opciones para cada plato: (1) beef tartar,
Amsterdam pickles, smoked mayonnaise, (2) Oyster, beetroot, horseradish, chives,
(3) Brill, leek, eel, beurre rouge, (4) Sweetbread, peanut, string bean, bumbu,
(5) Roasted chicken, white cabbage, morels, verbena, (6) Goose liver, brioche,
walnut, orange, y (7) Baileys-coffee, cherry-rose, cornetto-stracciatella. Las
dos estrellas de Michelin son muy merecidas, con una decoración ecléctica pero
sin exagerar, un servicio impecable, y sorpresas constantes. No es caro
comparado con otros Restaurantes de 2 Estrellas.
El Vroeger, a una hora de
Amsterdam (Otterloseweg 40, 6718 ZM Ede), también fue una buena sorpresa, con
platos de temporada como venado en un ambiente de mucha energía y atención al
detalle. En resumen, nuevamente
confirmamos que en Holanda se come tan bien como en Francia.
En Alsacia,
nos alojamos en el exquisito Château
de l’Ile & Spa (4 Quai Heydt, Ostwald, 67540 France), en las afueras de
Estrasburgo. La ciudad estaba decorada por Navidad, sin duda una de las más
bellas del mundo sobre todo en esta época del año. La comida es excelente, pero
mejor aun los vinos de Alsacia, sobre todo el Gewürztraminer, sin duda el mejor
blanco del mundo. El Restaurante del Hotel es excelente,
con opciones variadas y atención perfecta.
Comimos el menú de 3
platos en Alsace a Table (8 rue des Francs Bourgeois), recomendable. El Aux Armes de Strasbourg por otro lado (9 Place Gutenberg, 67000
Strasbourg) es una trampa turística, una fábrica de comensales en donde los
clientes entran y salen como ganado y los mozos apuran el ritmo para poder
sentar más gente. No es recomendable a pesar de su céntrica ubicación en la
Plaza Gutenberg.
Finalmente,
la ruta del vino es muy pintoresca y recomendable, sobre todo la vista a la
Casa Hugel en Riquewihr, una aldea que parece salida de un libro de cuentos.
Salvador
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