Turquia

Comprobamos que la comida turca esta entre las mejores del mundo. Esto no es sorprendente para un país privilegiado con un medio ambiente diverso y responsable por el origen de la mayoría de las especies comestibles del mundo, tanto animales como vegetales. Sus más de 8,000 años de historia continua han hecho que el ser humano experimente y desarrolle las comidas más exquisitas gracias a la gran variedad de ingredientes disponibles, sumados a su enorme diversidad cultural. Se come bien en cualquier lugar del país.

La gran sorpresa la dio el Ulus 29 (Adnan Saygun Caddesi, Ulus Parkı İçi No:71/1, Ulus, 34340, Estambul). Este es un restaurante relativamente caro en una de las mejores zonas de la ciudad. Tiene una vista excepcional del Bósforo, con una enorme terraza rodeada de jardines cuidados a la perfección. La decoración es ultra moderna, algo que ni siquiera se ve en Nueva York, con fotos gigantes, esculturas modernas, grandes pinturas, etc., y con un ambiente muy “chic.” Lo más parecido en Lima seria el Lima 27, aunque el nuestro esta muy lejos de llegar a este nivel. El servicio es realmente excepcional, correcto, cordial, profesional, y atento a cualquier necesidad o detalle, pero sin intrusiones innecesarias. El estupendo Sumiller Francés (Stephane Vattepain) nos sugirió no tratar de emular un buen Bordeaux o Ribera del Duero en base a cepas turcas, sino más bien probar un vino turco singular, con verdadero carácter. Sugirió el Pendore Okuzgozu 2009, que resulto siendo una gran sorpresa. Tiene fruta, carácter, estructura, y numerosas dimensiones. Si se trata de compararlo, quizás lo mas parecido seria un Chateauneuf du Pape. Turquía produce vinos excepcionales, y en la antigüedad fue quizás el productor más grande, pero hoy sus vinos son poco conocidos fuera del país. La comida fue de primer nivel, de estilo internacional fusión, con mucho énfasis en el contraste entre las temperaturas, los sabores, y las texturas. Probamos entre otros platos calamares con miel a la parrilla, costillas de ternera, y los famosos postres turcos.

Es uno de los mejores restaurantes que jamás hayamos visitado y es altamente recomendable cuando pasen por Estambul. No tenemos algo así en el Perú, y a eso hay que apuntar.

Otras experiencias recomendables pero menos sofisticadas incluyeron “Dibek Traditional Cook” en Goreme (Capadoccia), en donde tomamos un buen vino tinto Kavaklidere, y el Firin Express también en Goreme, por su famoso PIDE, una especie de Pizza turca de excelente calidad. Cuando visiten Turquía, prepárense para comer bien.

Salvador e Illuminata